Durante el embarazo, el peso adicional y la presión del futuro bebé pueden debilitar los músculos del suelo pélvico, lo que afecta la habilidad para controlar tu vejiga. A veces la posición de su vejiga y de su uretra pueden cambiar debido a la posición del bebé, lo que puede causar problemas. El parto vaginal y una episiotomía (el corte en el músculo que facilita la salida del bebé) pueden debilitar los músculos de control de la vejiga. Además, el embarazo y el parto pueden causar daños a los nervios de control de la vejiga.
Luego del parto, el problema de la incontinencia urinaria suele desaparecer por sí solo. Pero si aún seguis teniendo problemas 6 meses después del parto, habla con tu médico. Los problemas de control de la vejiga no siempre aparecen inmediatamente después del parto. Algunas mujeres no tienen problemas de incontinencia hasta que llegan a los 40 años de edad.
Es importante que las mujeres comprendan su propio nivel de susceptibilidad a la incontinencia después del parto y que hablen con otras mujeres de su familia o amigas acerca de sus experiencias con el parto y sobre cualquier cambio que hayan experimentado en el postparto.Esto te podrá dar una buena indicación de lo que podes llegar a experimentar cuando sea su turno.
Una cosa que podés hacer para ayudar a reducir la susceptibilidad es practicar los ejercicios de Kegel. Fortalecer el suelo pélvico te ayudará a mantener el control de la vejiga y es una parte importante del régimen para tu vejiga. Establecer un plan regular de idas al baño, sin importar si sentís o no la necesidad de ir, también es importante. Además, se recomienda que las mujeres vacíen la vejiga cada dos horas para así ayudar a mantenerse secas.